GENERALIDADES
Roma fue un pueblo de conquistadores y estadistas el cual también se caracterizó por su amor a las artes. Entre otras cosas su aporte a la cultura occidental fue el Derecho y la historia de un Estado perfectamente organizado.
En el campo artístico dejó obras monumentales, pero poco originales.
El arte romano acusa una dependencia evidente del arte griego, y con todo difiere considerablemente de él; y esto porque todo arte refleja, casi forzosamente, la filosofía, la espiritualidad y la ideología de una época y de un pueblo.
Mientras vemos al pueblo griego enamorado del pensamiento y de la belleza, el romano aparece más preocupado por las conquistas, la organización y la utilidad.
El arte entra en Roma a través de los saqueos que sus tropas vencedoras realizan en el tesoro artístico griego.
El romano se enamora de estas bellezas y las imitas; pero las despoja de su lógica constructiva para reducirlas casi a un simple papel decorativo que satisfaga su orgullosa vanidad.
Todo el detalle ornamental romano está distribuido arbitrariamente, con un sentido simplemente decorativo. Esta impresión decorativa es la finalidad principal de la composición arquitectónica romana.
Por ejemplo, mientras en el arte griego las columnas eran esencialmente estructurales, en el romano son, frecuentemente, un aditamento ornamental en forma de pilastras que sólo sirven para introducir armoniosas divisiones en las grandes superficies.
En el campo artístico dejó obras monumentales, pero poco originales.
El arte romano acusa una dependencia evidente del arte griego, y con todo difiere considerablemente de él; y esto porque todo arte refleja, casi forzosamente, la filosofía, la espiritualidad y la ideología de una época y de un pueblo.
Mientras vemos al pueblo griego enamorado del pensamiento y de la belleza, el romano aparece más preocupado por las conquistas, la organización y la utilidad.
El arte entra en Roma a través de los saqueos que sus tropas vencedoras realizan en el tesoro artístico griego.
El romano se enamora de estas bellezas y las imitas; pero las despoja de su lógica constructiva para reducirlas casi a un simple papel decorativo que satisfaga su orgullosa vanidad.
Todo el detalle ornamental romano está distribuido arbitrariamente, con un sentido simplemente decorativo. Esta impresión decorativa es la finalidad principal de la composición arquitectónica romana.
Por ejemplo, mientras en el arte griego las columnas eran esencialmente estructurales, en el romano son, frecuentemente, un aditamento ornamental en forma de pilastras que sólo sirven para introducir armoniosas divisiones en las grandes superficies.
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